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“Me gusta mucho la terraza pero el lugar por el que me tengo
debilidad es la Biblioteca. Es un sitio donde aislarse con un buen
libro y sentir que puedes remontarte siglos atrás. Es como estar en
“El nombre de la Rosa”.
sas esos sitios, si no que vives más la ciu-
dad de otra forma y la disfrutas mucho más.
¿Cuántas veces hay que visitar un sitio
para disfrutarlo de esa manera?
Al menos cuatro o cinco veces. A partir de
ahí ya no te importa ver el Big Ben o la Torre
Eiffel. Así puedes repetir en los sitios que
más te han gustado, investigar más, pasear
tranquilamente, observar a la gente… Es
otra dimensión
¿Y no le da pena, con la cantidad de si-
tios que hay en el mundo, repetir tanto?
Eso me lo suelen comentar pero yo he ido
a muchos sitios que, por no repetir, no me
han gustado. Voy a lugares nuevos pero
siempre lo alterno con otros sitios que ya
conozco y que disfruto mucho.
Se necesita un capital para eso, y mucho
tiempo.
No se necesita tanto porque yo ya estoy es-
pecializado y sé dónde ir y cómo hacerlo
más económico. Mis amigos me lo agrade-
cen mucho.
¿Un lugar que nadie se puede perder?
Mis tres amantes son Londres, París y
Roma, por ese orden.Yo soy un gran aman-
te de Londres. Es una ciudad muy cosmo-
polita, tienes de todo. Cuantas más vas,
más te gusta. Y para mí la mejor época es
la Navidad.
¿Un sitio que le haya sorprendido?
Me sorprendió mucho Berlín. Hasta hace
pocos años no ha sido una ciudad muy
turística. Yo creía que era una ciudad fría
y sin embargo me encontré con una urbe
alegre y dinámica. Merece la pena. Y fuera
de Europa, me sorprendió mucho Canadá.
En concreto, Quebec es una maravilla. Es-
tás en Norteamérica, hablando francés y en
una ciudad de estilo medieval.
¿Alguna le ha decepcionado?
Ámsterdam. No tiene ningún monumen-
to. Están los canales, el barrio rojo, te fu-
mas algún porro en un café, y poco más.
Como mucho el Museo
Van Gogh y comprar dia-
mantes, si puedes. Eso
sí, Holanda, sus pueblos,
son muy bonitos.
Mucha gente no viaja
porque le da miedo el
avión… ¿Qué les diría?
Yo les diría que no saben
lo que se están perdien-
do, porque hoy día sin
avión no llegas a muchos
sitios.
Tendrá anécdotas de
todo tipo…
Claro, he pasado de todo,
bueno y malo. Por ejem-
plo, ir un grupo de ami-
gos y que me metieran
en primera clase a Nueva
York porque no había sitio en turista. Me ha
pasado tres o cuatro veces y es otro viaje.
¡Una maravilla! Y como lado negativo, los
retrasos, aunque nunca me han dejado en
tierra.
¿Cómo se hizo socio del Real Casino de
Murcia?
Yo lo veía de gente muy mayor. Pero cuan-
do cerró para la reforma, la labor que hizo
el presidente fue espectacular. Nos hicimos
socios unas 800 personas y él ya hablaba
de lo que iba a ser el nuevo Casino, que
sería como un club inglés. Y efectivamente
ha sido así. No tiene nada que ver el anti-
guo Casino con lo que hay ahora, en todos
los ámbitos. Tiene mucha vida y actividades
de todo tipo.
¿Echa algo de menos?
Me preocupa el tema del restaurante. Es
un buen restaurante, el servicio bueno, la
decoración espléndida, la comida maravi-
llosa, pero hay un a asignatura pendiente:
los socios están desvinculados de él. Cada
uno va por un lado. Es una pena, porque lo
ideal es que fuera el sitio de referencia para
todos los socios.
¿Y cómo se podría solucionar?
Hay que atraer al socio de alguna forma,
hacer jornadas o actividades destinadas a
ellos, para que lo vivan y lo disfruten más.
Hay que buscar una complicidad mayor en-
tre el Casino y el Restaurante.
¿Para cuándo una sección de viajes en
el Real Casino?
Le hemos dado muchas vueltas a ese tema
y es uno de los objetivos, ofrecer uno o dos
viajes al año a los socios con condiciones
especiales. De hecho, eso lo hacen otros
Casinos, como el Madrid. Es algo importan-
te porque es donde más se convive y se
hace más amistad.
“Mis tres amantes son
Londres, París y Roma,
por ese orden”
ESTANCIA PREFERIDA
EL RECUERDO
“Tengo varios muy marcados: el día de la reinauguración del Casino,
que fue maravilloso, o cuando me pusieron la Insignia de Oro. También
el primer día que participé en una Junta Directiva. Es un sitio que me
gusta muchísimo y me sentí muy honrado de formar parte de esta
Junta que está haciendo tantas cosas. Sentí que podía hacer algo por
el Casino”.