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              “Toda la novela es un
            
            
              canto a la familia”
            
            
              SANTIAGO DELGADO PRESENTÓ “EL CORAZÓN DE LA
            
            
              CRUZ”, PREMIO 2012 DE NOVELA CIUDAD SANTA DE
            
            
              CARAVACA, A LAS PARTICIPANTES DEL CLUB DE LECTURA
            
            
              DEL REAL CASINO DE MURCIA. ACADÉMICO DE NÚMERO
            
            
              DE LA REAL ACADEMIA ALFONSO X EL SABIO, EXPERTO
            
            
              EN LA EDAD MEDIA Y LAS CRUZADAS, DELGADO ES UN
            
            
              GRAN CONOCEDOR DE LA POESÍA DE RAMÓN GAYA, Y
            
            
              UN ESTUDIOSO DE LAS TRADICIONES DE LA REGIÓN QUE
            
            
              SIEMPRE HABLA DE MURCIA EN SU OBRA.
            
            
              
                En “El Corazón de la Cruz” nos situa-
              
            
            
              
                mos en Caravaca de la Cruz, pero tam-
              
            
            
              
                bién en el contexto mágico del Monte
              
            
            
              
                Arabí, de Yecla ¿Tanto tiene Murcia que
              
            
            
              
                aportar a la literatura?
              
            
            
              Cuando terminé mis estudios concluí que
            
            
              para ser escritor había que estar muerto y
            
            
              no escribir sobre Murcia. De ahí que mi in-
            
            
              terés por la región y todas sus historias, tra-
            
            
              diciones, leyendas, costumbres y lugares
            
            
              sean de gran importancia para que Murcia
            
            
              esté presente en mis novelas y hacer de
            
            
              ella un lugar conocido y atractivo.
            
            
              
                ¿Qué nos cuenta su novela?
              
            
            
              Es la aventura medieval que vive el caballe-
            
            
              ro alemán Hermann de Trevéris, que lucha
            
            
              contra los infieles a cambio de la curación
            
            
              de su hijo, mediante un viaje espiritual que
            
            
              lo lleva, como portador de una reliquia, a
            
            
              todos los lugares santos; un camino de per-
            
            
              fección interior en el que mostrará su alma
            
            
              y su conocimiento de las tres religiones
            
            
              para convertirse en un hombre nuevo.
            
            
              
                ¿Estamos ante una
              
            
            
              
                novela histórica
              
            
            
              
                o ante una novela
              
            
            
              
                de viajes?
              
            
            
              He estudiado mucho
            
            
              sobre el género litera-
            
            
              rio de la novela histórica,
            
            
              para lo cual hemos de ubi-
            
            
              carnos en el pasado a través
            
            
              de unos personajes antiguos y
            
            
              ha de ser  escrita con esa inten-
            
            
              cionalidad.Y novela de viajes, en
            
            
              cuanto al viaje que el protagonista
            
            
              realiza por numerosas ciudades.
            
            
              
                Su lectura resulta mágica, ¿cómo se
              
            
            
              
                consigue ese resultado?
              
            
            
              A través del Realismo Mágico, en clave de
            
            
              espiritualidad, como poesía de la historia,
            
            
              que permite desplazar a los personajes de
            
            
              forma mágica a través de las distintas ciu-
            
            
              dades y espacios en los que transcurre la
            
            
              novela, e incluso a través del propio tiempo.
            
            
              
                ¿Cómo se le ocurrió imaginar una re-
              
            
            
              
                liquia como el collar que sostenía la
              
            
            
              
                Cruz de Caravaca?
              
            
            
              La leyenda cuenta que unos ángeles ba-
            
            
              jaron del cielo el relicario de la Vera Cruz,
            
            
              astilla de madera del propio corazón del
            
            
              madero de la Cruz de Jesús, para que el
            
            
              clérigo Pérez Chirinos pudiera celebrar la
            
            
              Eucaristía ante la presencia musulmana en
            
            
              el Castillo-Santuario de Caravaca.Yo imagi-
            
            
              né que esa Cruz debía estar colgada de un
            
            
              medallón, que los ángeles podían coger de
            
            
              sus extremos para ser transportado.
            
            
              
                ¿Qué representa la portada?
              
            
            
              Es un cuadro del pintor Pedro
            
            
              Cano en el que observamos
            
            
              distintas puertas de Iglesias y
            
            
              lugares santos y que me re-
            
            
              galó para que pudiera ser
            
            
              objeto de la portada de la
            
            
              novela. Además, dibujó
            
            
              expresamente la Cruz
            
            
              de Caravaca, en color
            
            
              rojo, que destaca el
            
            
              sufrimiento y la san-
            
            
              gre derramada, y
            
            
              representa una
            
            
              cruz inacabada,
            
            
              como la vida misma.
            
            
              
                Es un libro sin dedicatoria especial,
              
            
            
              
                pero en el fondo tiene un destino muy
              
            
            
              
                profundo a modo de reflexión.
              
            
            
              Efectivamente, toda la novela es un canto
            
            
              a la familia, como única entidad verdadera-
            
            
              mente sagrada, luz del corazón.
            
            
              
                Parece que hayamos leído un libro an-
              
            
            
              
                tiguo, escrito por un autor de aquella
              
            
            
              
                época. ¿Cómo es posible conseguir
              
            
            
              
                esta sensación?
              
            
            
              Utilizo un estilo lleno de alusiones clásicas,
            
            
              como elipsis de artículos, verbos al final de
            
            
              la frase, adjetivos antes del nombre, pro-
            
            
              nombres enclíticos, vocablos en desuso,…
            
            
              Así se ofrece al lector lo que mi profesor
            
            
              Alejo Carpentier me inculcó: La calidad de
            
            
              página, escribir con estilo.
            
            
              
                Llama también la atención la utiliza-
              
            
            
              
                ción de dos tiempos en la narración
              
            
            
              
                que confieren a la obra un dinamismo
              
            
            
              
                extraordinario.
              
            
            
              Efectivamente, la novela utiliza dos planos
            
            
              o espacios: el denominado tiempo llano,
            
            
              que es el tiempo pasado, que nos ayuda
            
            
              a conocer a los personajes; y el tiempo
            
            
              quebrado, que es el tiempo real, el de los
            
            
              viajes, peripecias y aventuras que vive el
            
            
              protagonista.
            
            
              
                La tolerancia de las tres religiones,
              
            
            
              
                judía, cristiana y musulmana, está pre-
              
            
            
              
                sente. ¿Es posible la convivencia de
              
            
            
              
                todas ellas?
              
            
            
              Quiero pensar que es posible y así lo he
            
            
              querido transmitir.
            
            
              
                Por Consuelo Mengual.
              
            
            
              Entrevista