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              E
            
            
              special
            
            
              cornucopias que derraman ge-
            
            
              nerosamente los frutos que tan-
            
            
              ta riqueza dieron a la ciudad.
            
            
              El derroche de ricos mate-
            
            
              riales con que nos recibe el
            
            
              
                VESTÍBULO
              
            
            
              continúa la osten-
            
            
              tación de la fachada. Intencio-
            
            
              nadamente el visitante queda
            
            
              impresionado por él mientras
            
            
              se introduce desde la luminosa
            
            
              calle al ambiente reservado del
            
            
              recinto. En la zona superior se
            
            
              recurre a las escayolas deco-
            
            
              rativas para imitar un techo de
            
            
              artesonado, placas de temas
            
            
              mitológicos, ménsulas antropo-
            
            
              morfas e incluso dos figuras fe-
            
            
              meninas que sostienen el arco
            
            
              de la puerta de acceso al sun-
            
            
              tuoso
            
            
              
                PATIO ÁRABE
              
            
            
              .
            
            
              El gusto por lo exótico y es-
            
            
              pecialmente por lo arabesco de
            
            
              finales del S. XIX es bien cono-
            
            
              cido. La sublimación del estilo
            
            
              neonazarí por las clases cultas
            
            
              del momento hace que en la
            
            
              cercana Granada se fomente
            
            
              la idealización de la Alhambra,
            
            
              directa inspiradora de todos los
            
            
              detalles de yeserías que aquí
            
            
              podemos contemplar, con dise-
            
            
              ño del artista madrileño Manuel
            
            
              Castaño. La ejecución corre a
            
            
              cargo de virtuosos alarifes, dora-
            
            
              dores y pintores; sobre el zócalo
            
            
              se puede leer el texto árabe, que
            
            
              se repite rodeando todo el espa-
            
            
              cio, “Nadie más grande que Ala”.
            
            
              Si impresiona por la decora-
            
            
              ción que se desarrolla en sus
            
            
              dos alturas, no desmerece el
            
            
              conjunto la gran cúpula de hie-
            
            
              rro y cristal que alcanza el pun-
            
            
              to más alto del Casino, realiza-
            
            
              da por Mejías en 1902.
            
            
              Flanqueando el vestíbulo de
            
            
              entrada y con vistas a través de
            
            
              grandes cristaleras a la fachada
            
            
              principal, la calle Trapería, se
            
            
              encuentran dos grandes salas
            
            
              cuadrangulares denominadas
            
            
              
                “PECERAS”,
              
            
            
              porque tal es su
            
            
              aspecto desde la calle, lugar
            
            
              de reunión y tertulia de los so-
            
            
              cios, desde donde estos veían
            
            
              a los transeúntes y a su vez
            
            
              eran vistos. La decoración de
            
            
              escayolas, siguiendo con el his-
            
            
              toricismo desarrollado en este
            
            
              conjunto monumental, está ins-
            
            
              pirada en los codex renacentis-
            
            
              tas, aunque también se repiten
            
            
              algunos motivos que ya había-
            
            
              mos encontrado en la fachada,
            
            
              especialmente las guirnaldas
            
            
              frutales, las cabezas de león, o
            
            
              las femeninas, junto a esto unos
            
            
              preciosos amorcillos que nos
            
            
              contemplan sentados desde la
            
            
              cornisa.
            
            
              Nuevamente reanudamos la
            
            
              visita y nos introducimos en el
            
            
              
                Vestíbulo
              
            
            
              
                Patio Azul
              
            
            
              
                Pecera Sur
              
            
            
              
                Sala de Billar